Podría escribir toda la noche, sin importarme que el corazón me duela a cada sílaba, que el bolígrafo avanza conducido por una mano bajo ordenes de un cerebro maltratado por el tiempo y en el amor inexperto.
Podría escribir toda la noche sin importarme que el sol apareciera, que la luna volviera...y así hasta que muera. Mi corazón dejaría de batir sílabas y mis ideas se convertirían en piedras.
Podría escribir toda la noche sin importarme el fuego que quema fuera, arder en deseos y quemar mis pensamientos.
Podría escribir toda la noche sin importarme que me importas y que eres importante sin ti muero y en un muro de piedras me convierto.
Podría escribir toda la noche sin importarme donde está el cielo o el infierno. Vender mi alma al diablo o quedarme sin sexo porque a un ángel parezco.
Podría escribir toda la noche sin importarme lo lejos que te tengo, andar descalzo por el camino eterno perder mi aliento y convertirme en polvo pasajero.
Podría escribir toda la noche sin importarme el corazón inexperto, el sol y la luna te los ofrezco, el fuego lo apago tirando el muro que llevo dentro.
Me importas más que el cielo o el infierno, que el ángel o el demonio, por el camino el polvo aparto, cogiendo aliento, empujado por sílabas describo tu rostro y me pierdo en el congosto de tu cuerpo gustoso.
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